
El dolor de oído es un dolor agudo o sordo, temporal o constante, que puede afectar a uno o ambos oídos. Puede ser causado por una infección, un golpe, cambios de presión por grandes alturas, líquido en el oído, otitis del nadador, cera atascada, un problema dental, asociado a dolor de garganta, etc. De ellos, la infección es lo más frecuente y los cambios intempestivos de calor a frío o viceversa generan mayor riesgo de infección por virus.
Generalmente el dolor de oído se presenta en los más pequeños de la casa y los padres, abuelos y toda la familia se preocupa porque no sabe qué hacer o, lo que es peor, cometen el error de hacer cosas que pueden comprometer seriamente y para siempre la salud auditiva del paciente. Por eso, qué hacer y qué no hacer en casa ante un dolor de oído. Empezamos.
Lo ideal y lo que se debería hacer ante un dolor de oído sería buscar atención médica. Aunque parezca algo tan obvio, muchas personas no lo hacen. Se necesita saber la causa que está provocando la dolencia y con ello indicar un tratamiento adecuado. Recuerda que no todos los casos son iguales y los cuerpos son distintos. Si el paciente es menor, el hecho de ir al médico lo antes posible cobra mayor importancia.
Estar atentos a las señales de alarma: fiebre alta, presencia de pus o sangre por los oídos, dolor persistente que no calma ni con analgésicos y la pérdida auditiva en uno o ambos oídos. Si presentan alguna de ellas, tienen que acudir inmediatamente a un establecimiento de salud.
La automedicación no es una buena decisión, peor si se administra antibióticos solo porque «un conocido tomó tal antibiótico y le pasó». La automedicación puede empeorar todo.
No se recomienda el uso de remedios caseros sin la aprobación de un profesional de la salud. Estos remedios incluyen las prácticas con velas derretidas, ajo, leche materna, alcohol o vinagre. No introducir nada al oído afectado para intentar limpiar, menos algodón, que es una práctica muy habitual y muy errónea a la vez. Todo esto puede agravar el dolor y causar lesiones irreversibles en el oído. Tómalo en cuenta. Primero el médico tiene que examinar y luego recomendará los productos o sustancias que se pueden usar.
«Pero, doctor David, entonces ¿Qué puedo hacer antes de la consulta médica?» La única medida segura en el hogar es colocar una bolsa, compresa o paños húmedos, fríos o calientes, sobre el oído afectado. Hacerlo envuelto en una toalla para evitar el contacto directo del líquido frío o caliente sobre la piel. Y por supuesto, mantener hidratado al paciente.
Si preguntan por las gotas para oídos, las que venden sin receta médica, les digo lo siguiente: Las gotas óticas nunca se usan a menos que lo recomiende el médico y para ello el médico tiene que conocer al paciente. Por otro lado, los analgésicos de venta libre pueden proporcionar un alivio en el dolor de oído. Pero de nuevo, no es el tratamiento definitivo y no ayudaría en nada si el paciente no pasa por consulta médica (nunca usen aspirina en los niños con dolor de oído).
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