
Querido paciente, siempre debemos tener precaución con los días soleados, ya que podemos sufrir consecuencias como quemaduras solares e insolaciones si no nos cuidamos adecuadamente. Las actividades al aire libre durante el verano exponen constantemente a las personas al sol, esta exposición continua y prolongada puede resultar en quemaduras solares o insolaciones, causando dolor, irritación y deshidratación. Por ello, es importante conocer estas importantes recomendaciones para enfrentar estas situaciones y qué acciones evitar.
En caso se presente una quemadura solar, se recomienda colocar hielo envuelto en un paño sobre la zona afectada durante 10 minutos varias veces al día. Aplicar hielo directamente sobre la piel es un error muy común. Si se mantiene el contacto por mucho tiempo podría empeorar la lesión al causar una nueva quemadura secundaria al frío.
Se pueden usar ungüentos o cremas hidratantes, de preferencia sin ingredientes cosméticos que puedan causar irritación. El objetivo es hidratar la piel dañada sin añadir alérgenos o sustancias irritantes. No colocar rodajas de tomate porque, aunque inicialmente puede brindar alivio, podría causar ardor e irritación o desencadenar una reacción alérgica en algunos casos.
Al sufrir la quemadura solar, importante mantenerse hidratado ingiriendo líquidos, especialmente agua, y evitar exponer la piel afectada al sol nuevamente. No hidratarse con bebidas azucaradas, ya que por el contenido de azúcar, estas bebidas pueden aumentar la producción de orina y tener un efecto contrario al deseado, reteniendo líquidos en el cuerpo.
Por último, se recomienda usar protector solar en todo momento, evitando la exposición durante las horas de mayor exposición solar.
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