Ejercicio físico en pacientes oncológicos ¿Bueno o malo?

El diagnóstico de cáncer puede ser devastador, y los tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía pueden tener efectos físicos y emocionales significativos en los pacientes. En este contexto, el papel del ejercicio físico en pacientes oncológicos ha surgido como un tema de interés creciente en el ámbito médico. Existe una creencia común de que el ejercicio puede ser perjudicial para las personas con cáncer, pero la evidencia científica sugiere lo contrario. En este artículo, explicaré los beneficios del ejercicio físico en pacientes oncológicos y proporcionaré pautas y consideraciones importantes para su implementación segura y efectiva.

Beneficios del ejercicio físico en pacientes oncológicos

1. Mejora de la calidad de vida

El ejercicio físico puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes con cáncer al reducir la fatiga, mejorar el estado de ánimo y promover un sentido de bienestar general. Incluso pequeñas cantidades de ejercicio regular pueden marcar una diferencia significativa en la forma en que los pacientes se sienten y funcionan en su vida diaria.

2. Reducción del riesgo de recurrencia y mortalidad

Estudios recientes han demostrado que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de recurrencia del cáncer y mejorar la supervivencia en pacientes con cáncer de mama, colon y otros tipos de cáncer. El ejercicio puede ayudar a reducir la inflamación, mejorar la función inmunológica y reducir el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con el cáncer, como la obesidad y la diabetes.

3. Alivio de los efectos secundarios del tratamiento

El ejercicio puede ayudar a reducir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer, como la fatiga, la pérdida de masa muscular, la depresión y la ansiedad. Además, puede ayudar a mantener la fuerza muscular, la flexibilidad y la movilidad, lo que puede facilitar la recuperación después de la cirugía y mejorar la tolerancia a la quimioterapia y la radioterapia.

4. Mantenimiento de la función física

El ejercicio regular puede ayudar a mantener la función física y la capacidad para realizar actividades diarias en pacientes con cáncer. Esto es especialmente importante en pacientes mayores y en aquellos que han experimentado una disminución significativa en su condición física debido al cáncer y su tratamiento.

5. Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés

El ejercicio físico puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y la salud mental de los pacientes con cáncer al reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. La actividad física libera endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo, lo que puede ayudar a los pacientes a enfrentar los desafíos emocionales del cáncer.

Consideraciones importantes para el ejercicio en pacientes oncológicos

1. Consulta médica

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, es importante que los pacientes con cáncer consulten a su equipo médico para evaluar su estado de salud y discutir cualquier preocupación o limitación específica relacionada con su enfermedad y tratamiento.

2. Individualización del programa de ejercicio

Los programas de ejercicio deben ser individualizados según las necesidades y capacidades de cada paciente. Es importante comenzar lentamente y aumentar gradualmente la intensidad y la duración del ejercicio a medida que el paciente se sienta más fuerte y cómodo.

3. Supervisión profesional

Es recomendable que los pacientes realicen ejercicio bajo la supervisión de un profesional de la salud con experiencia en el manejo de pacientes con cáncer. Un fisioterapeuta o un entrenador personal certificado pueden ayudar a diseñar un programa de ejercicio seguro y efectivo y proporcionar orientación y apoyo durante el proceso.

4. Adaptación a las limitaciones

Es importante adaptar el programa de ejercicio a las limitaciones físicas y emocionales del paciente, como la fatiga, la debilidad muscular y los efectos secundarios del tratamiento. Se pueden utilizar ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar o hacer yoga, para minimizar el riesgo de lesiones y maximizar los beneficios del ejercicio.

5. Escucha al cuerpo

Los pacientes deben escuchar a su cuerpo y no forzar demasiado durante el ejercicio. Es importante respetar los límites individuales y descansar cuando sea necesario. Si el ejercicio causa dolor, mareos o cualquier otro síntoma preocupante, se debe interrumpir de inmediato y consultar a su médico.

6. Hidratación y nutrición

Es importante mantenerse bien hidratado y seguir una dieta equilibrada y nutritiva durante el ejercicio. Los pacientes con cáncer pueden tener necesidades nutricionales especiales debido a los efectos del tratamiento en el apetito y la absorción de nutrientes, por lo que es importante consultar a un nutricionista especializado en cáncer para obtener orientación individualizada.

Conclusión

El ejercicio físico puede desempeñar un papel importante en el manejo del cáncer al mejorar la calidad de vida, reducir el riesgo de recurrencia y mejorar la supervivencia en pacientes con cáncer. Sin embargo, es importante que los pacientes consulten a su equipo médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio y que realicen ejercicio de manera segura y efectiva bajo la supervisión de un profesional de la salud. Con la orientación adecuada y el apoyo adecuado, el ejercicio puede ser una herramienta valiosa para ayudar a los pacientes a enfrentar los desafíos físicos y emocionales del cáncer y mejorar su bienestar general durante y después del tratamiento.


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