La fonoscopía es una técnica que se utiliza para evaluar fracturas óseas mediante la auscultación con un diapasón y un estetoscopio. Aunque no es tan común como otras pruebas de diagnóstico, puede ser útil en situaciones donde no se dispone de resonancia magnética u otras herramientas más avanzadas.
Aquí te explico cómo se realiza la fonoscopía, que cada vez se ve menos en la consulta médica pero que puede ser muy útil en algunas situaciones:
- Preparación:
- Coloca al paciente en una posición cómoda con la extremidad afectada expuesta.
- Utiliza un estetoscopio y un diapasón de 128 Hz.
- Ubicación del estetoscopio:
- Coloca el estetoscopio en el hueso proximal al lugar de la presunta fractura.
- Busca una prominencia ósea para obtener una buena conducción del sonido.
- Colocación del diapasón:
- El diapasón se coloca distal a la fractura sospechosa. Por ejemplo, si sospechas una fractura en el peroné, coloca el diapasón en la punta distal del maléolo lateral.
- Doctores de la escuela antigua incluso sugieren que, de no contar con diapasón, se puede usar las propias manos para generar la vibración.
- Realización de la prueba:
- Golpea el diapasón sobre una almohadilla para hacerlo vibrar (o golpea suavemente con los dedos).
- Escucha atentamente durante 6-8 segundos para detectar si hay conducción del sonido a través del hueso.
- Compara con el miembro no afectado.
- La prueba se considera positiva para una fractura si hay una disminución o ausencia de sonido en el miembro lesionado.
Recuerda que la precisión de la fonoscopía puede variar según el tipo de fractura y la ubicación. En general, es una herramienta clínica moderadamente útil para detectar fracturas.
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