Recomendaciones para Prevenir la Viruela del Mono

La viruela del mono, también conocida como viruela símica o Mpox, es una enfermedad viral rara pero potencialmente grave que ha ganado notoriedad en los últimos años debido a brotes en diferentes partes del mundo. Aunque históricamente se ha asociado principalmente con áreas rurales de África Central y Occidental, los recientes casos fuera de estas regiones han generado preocupación global. Dado que la viruela del mono se puede transmitir de animales a humanos y de persona a persona, es fundamental comprender cómo prevenir esta enfermedad. Este artículo explora en detalle qué es la viruela del mono, cómo se transmite, sus síntomas y, lo más importante, las recomendaciones clave para prevenirla.

¿Qué es la Viruela del Mono?

La viruela del mono es una enfermedad causada por el virus de la viruela símica, un ortopoxvirus que pertenece a la misma familia que el virus de la viruela (variola). Aunque comparte algunas similitudes con la viruela humana, la viruela del mono es generalmente menos grave. Los primeros casos en humanos se documentaron en la década de 1970 en la República Democrática del Congo, y desde entonces, se han reportado brotes ocasionales en otros países africanos y, más recientemente, en otras partes del mundo.

Modo de Transmisión

La viruela del mono es una zoonosis, lo que significa que se transmite de animales a humanos. Los animales que pueden portar el virus incluyen roedores, primates y otros mamíferos. Las personas pueden infectarse a través del contacto directo con la sangre, los fluidos corporales o las lesiones en la piel o las mucosas de los animales infectados.

Además de la transmisión zoonótica, la viruela del mono también puede propagarse de persona a persona. Esto puede ocurrir a través del contacto directo con las lesiones de la piel, las secreciones respiratorias, o los objetos contaminados, como la ropa de cama o las toallas utilizadas por una persona infectada. La transmisión por gotículas respiratorias generalmente requiere un contacto prolongado cara a cara, lo que hace que la transmisión en entornos como hogares o centros de atención médica sea más probable.

Síntomas de la Viruela del Mono

Los síntomas de la viruela del mono suelen aparecer entre 6 y 13 días después de la exposición, aunque el período de incubación puede variar de 5 a 21 días. Los síntomas iniciales son similares a los de muchas otras infecciones virales y pueden incluir:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza intenso
  • Dolores musculares
  • Dolor de espalda
  • Escalofríos
  • Fatiga
  • Inflamación de los ganglios linfáticos (linfadenopatía)

Después de los síntomas iniciales, generalmente se desarrolla una erupción cutánea, que suele comenzar en la cara antes de extenderse a otras partes del cuerpo, incluidas las palmas de las manos y las plantas de los pies. La erupción pasa por varias etapas antes de formar costras que finalmente se caen. En algunos casos, la enfermedad puede ser grave, especialmente en niños, personas con sistemas inmunológicos debilitados y aquellos que no han sido vacunados contra la viruela.

Recomendaciones para Prevenir la Viruela del Mono

Dada la potencial gravedad de la viruela del mono y su capacidad de propagarse entre personas, es fundamental seguir medidas preventivas para reducir el riesgo de infección. A continuación se presentan algunas recomendaciones clave:

1. Evitar el Contacto con Animales Silvestres

Una de las principales formas de prevenir la viruela del mono es evitar el contacto directo con animales que puedan ser portadores del virus, especialmente en áreas donde se sabe que la enfermedad es endémica. Esto incluye no manipular, cazar, o consumir carne de animales salvajes, en particular de roedores y primates.

2. Cuidado al Manipular Productos de Origen Animal

Si viajas a regiones donde la viruela del mono es común, es importante ser cuidadoso al manipular productos de origen animal, como la carne. Asegúrate de cocinar bien la carne antes de consumirla y evitar el contacto con animales enfermos o muertos.

3. Higiene de Manos

Lávate las manos regularmente con agua y jabón, especialmente después de tocar a una persona enferma o animales que podrían estar infectados. Si no hay agua y jabón disponibles, usa un desinfectante de manos a base de alcohol.

4. Evitar el Contacto Cercano con Personas Infectadas

Para prevenir la transmisión de persona a persona, evita el contacto cercano con personas que presenten síntomas de viruela del mono, especialmente aquellos con erupciones cutáneas visibles. Si estás cuidando a una persona infectada, usa equipo de protección personal (EPP), como guantes y mascarillas, y lávate las manos después del contacto.

5. Aislamiento de los Casos Sospechosos o Confirmados

Si sospechas que alguien está infectado con viruela del mono, es crucial que esa persona sea aislada de los demás hasta que se confirme el diagnóstico y las lesiones hayan sanado completamente. Esto ayudará a prevenir la propagación del virus a otras personas en el hogar o la comunidad.

6. Desinfección de Objetos y Superficies

La viruela del mono puede sobrevivir en superficies contaminadas durante períodos prolongados. Por lo tanto, es importante desinfectar objetos y superficies que hayan estado en contacto con una persona infectada, como la ropa de cama, toallas, utensilios y otros artículos personales.

7. Vacunación

Las personas que han sido vacunadas contra la viruela humana tienen cierta protección contra la viruela del mono, ya que los virus son lo suficientemente similares. Sin embargo, dado que la vacunación contra la viruela se detuvo en muchos países después de la erradicación de la enfermedad en 1980, muchas personas no están protegidas. En situaciones de brote, las autoridades de salud pueden considerar la vacunación de personas expuestas al virus o en riesgo de exposición, como los trabajadores de la salud.

8. Consultas Médicas y Tratamiento

Si presentas síntomas compatibles con la viruela del mono, busca atención médica de inmediato. El diagnóstico temprano y el manejo adecuado son esenciales para prevenir complicaciones y reducir la transmisión. Aunque no existe un tratamiento específico para la viruela del mono, el cuidado de apoyo, como la hidratación y el control de síntomas, puede mejorar los resultados.

Conclusión

La viruela del mono es una enfermedad rara pero preocupante, especialmente en el contexto de los recientes brotes fuera de África. Aunque el riesgo de contraer la enfermedad sigue siendo bajo para la mayoría de las personas, es importante estar informado y tomar medidas preventivas adecuadas, especialmente si se viaja a áreas donde el virus es endémico. Al seguir las recomendaciones mencionadas, puedes reducir significativamente el riesgo de infección y contribuir a la prevención de la propagación de la viruela del mono. Recuerda que la prevención comienza con la conciencia y la acción informada.


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