Mitos y creencias sobre la donación de sangre

La donación de sangre es un acto altruista que puede salvar vidas, ya que una sola donación puede ayudar a varios pacientes en situaciones críticas, como cirugías, accidentes o enfermedades crónicas. Sin embargo, a pesar de su importancia, muchas personas aún tienen reservas o temores al respecto, basados en mitos y creencias que no siempre están fundamentados en la ciencia.

En este artículo, exploraremos algunos de los mitos más comunes sobre la donación de sangre y aclararemos las dudas más frecuentes para fomentar una cultura de donación consciente y responsable.

Mito 1: Donar sangre te debilita o puede hacerte enfermar

Uno de los mitos más comunes es la creencia de que donar sangre puede debilitar a la persona, dejándola con menos energía o más propensa a enfermarse. Sin embargo, esto es completamente falso. Cuando una persona dona sangre, su cuerpo tiene la capacidad de regenerar el volumen de sangre perdido en poco tiempo.

El proceso de regeneración de la sangre comienza poco después de la donación. El plasma, que representa alrededor del 55% de la sangre, se repone en cuestión de horas, mientras que los glóbulos rojos, que representan el 45%, pueden tardar algunas semanas en recuperarse por completo. Por lo tanto, el cuerpo no queda en riesgo de debilidad prolongada. De hecho, el personal médico revisa cuidadosamente el estado de salud del donante antes de la extracción para garantizar que se encuentre en condiciones óptimas para donar.

Mito 2: Solo las personas jóvenes y sanas pueden donar sangre

Si bien es cierto que la donación de sangre tiene ciertos requisitos médicos, como estar en buen estado de salud y tener entre 18 y 65 años en la mayoría de los países, no es necesario ser «joven» para ser donante. Siempre que una persona cumpla con los criterios de salud establecidos por las autoridades sanitarias, puede donar sangre.

En muchos casos, personas mayores de 65 años pueden donar si gozan de buena salud y obtienen una autorización médica. Asimismo, se realizan revisiones de peso, niveles de hemoglobina y presión arterial antes de la donación para asegurar que el donante no corre riesgos.

Mito 3: Las personas con tatuajes no pueden donar sangre

Otro mito que desmotiva a muchos posibles donantes es la creencia de que las personas con tatuajes no pueden donar sangre. Esto no es del todo cierto. Las personas con tatuajes pueden donar sangre sin problemas, siempre que hayan pasado al menos 6 a 12 meses desde la realización del tatuaje. Este periodo de espera es necesario para prevenir cualquier riesgo de infección que pudiera haberse contraído durante el procedimiento del tatuaje.

Los tatuajes en sí no son un impedimento para donar, pero el tiempo de espera permite garantizar que el donante no haya estado expuesto a infecciones transmitidas por sangre, como el VIH o la hepatitis.

Mito 4: Donar sangre es doloroso y peligroso

El temor al dolor o al procedimiento en sí es una de las principales razones por las que las personas evitan donar sangre. Si bien es normal sentir algo de incomodidad durante la inserción de la aguja, la mayoría de los donantes describen la sensación como un pinchazo leve. Una vez que la aguja está en su lugar, el proceso es indoloro y dura solo unos 10 minutos en promedio.

En cuanto a los riesgos, la donación de sangre es un procedimiento seguro. Todo el equipo utilizado, incluidas las agujas, es estéril y de un solo uso, por lo que no hay riesgo de contraer infecciones. El personal médico también está capacitado para manejar cualquier malestar o complicación que pueda surgir durante la donación.

Mito 5: La sangre donada no siempre se usa o se desperdicia

Algunas personas creen que la sangre donada no se utiliza realmente o que se desperdicia. Este es un mito completamente infundado. La sangre donada es un recurso vital y su demanda es constante. La sangre y sus componentes, como los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma, son esenciales en diversas situaciones, como cirugías mayores, tratamientos de cáncer, trasplantes de órganos, partos complicados y accidentes graves.

La sangre donada se somete a rigurosos procesos de clasificación, pruebas y almacenamiento para garantizar su seguridad y utilidad. Incluso en situaciones en las que algunos componentes no se utilizan de inmediato, pueden ser congelados y preservados para su uso futuro, dependiendo del tipo de componente y las necesidades médicas.

Mito 6: Las mujeres no deben donar sangre porque ya pierden sangre durante la menstruación

Este mito surge de la idea equivocada de que las mujeres no deberían donar sangre porque ya pierden sangre cada mes debido a su ciclo menstrual. Sin embargo, las mujeres pueden donar sangre sin problemas, siempre y cuando cumplan con los requisitos de salud, incluyendo los niveles de hemoglobina adecuados.

Si bien es cierto que algunas mujeres pueden tener niveles más bajos de hierro debido a la menstruación, esto no impide que puedan donar sangre si se aseguran de que sus niveles de hemoglobina sean saludables. El personal médico revisa estos niveles antes de la donación para evitar cualquier riesgo de anemia o deficiencia de hierro.

Mito 7: Las personas con ciertas enfermedades no pueden donar nunca

Algunas enfermedades crónicas, como la hipertensión o la diabetes, pueden no ser necesariamente un impedimento para donar sangre, siempre y cuando estén bien controladas. Cada situación debe evaluarse de manera individual. Por ejemplo, las personas con hipertensión controlada pueden donar sangre si sus niveles de presión arterial están dentro del rango adecuado en el momento de la donación.

Sin embargo, hay enfermedades que sí son un impedimento permanente para la donación, como infecciones crónicas por VIH, hepatitis B o C, y ciertas enfermedades cardíacas graves. Si tienes dudas sobre si puedes o no donar sangre debido a alguna condición médica, lo mejor es consultar con el personal de salud en el banco de sangre.

Mito 8: Donar sangre puede afectar tu fertilidad

Este mito es completamente falso. Donar sangre no tiene ningún efecto sobre la fertilidad en hombres ni en mujeres. La donación de sangre afecta solo al volumen de sangre circulante, el cual es repuesto rápidamente por el cuerpo, sin afectar las hormonas ni el sistema reproductivo de ninguna manera.

Mito 9: Se puede donar sangre varias veces al mes

El cuerpo humano necesita tiempo para recuperarse después de una donación de sangre, por lo que no es recomendable donar sangre varias veces al mes. De hecho, los hombres pueden donar sangre cada tres meses, mientras que las mujeres pueden hacerlo cada cuatro meses. Este intervalo permite al cuerpo reponer los glóbulos rojos y asegurar que el donante esté en óptimas condiciones de salud antes de la siguiente donación.

Conclusión

La donación de sangre es un acto altruista que salva vidas, pero los mitos y creencias erróneas a menudo crean barreras innecesarias. Es fundamental que las personas se informen adecuadamente y confíen en la ciencia y los profesionales de la salud para entender que donar sangre es un proceso seguro, rápido y necesario. Si tienes dudas o temores sobre la donación, consulta con tu médico o un profesional de la salud para obtener información precisa y basada en evidencia. ¡Tu donación puede marcar la diferencia en la vida de alguien!


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