
Por el M.C. David Quiroz Gutierrez
Cada año, el 4 de marzo se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad, una fecha que nos recuerda que esta no es solo una cuestión de estética, sino un problema de salud global que afecta a millones de personas. Y aunque muchas veces se habla de “bajar de peso” como si fuera solo un tema de voluntad, la verdad es que la obesidad es una enfermedad compleja, influenciada por múltiples factores físicos, emocionales, genéticos y hasta sociales.
📌 ¿Por qué nos debería importar?
Porque la obesidad no es solo “unos kilitos de más”. Es un factor de riesgo para enfermedades graves como diabetes, hipertensión, problemas cardíacos e incluso algunos tipos de cáncer. No es exageración: según la OMS, más de 4 millones de personas mueren cada año por complicaciones relacionadas con el sobrepeso.
Pero aquí viene lo interesante: no se trata solo de hacer dieta y ejercicio. Pensar que la obesidad se resuelve con “comer menos y moverse más” es una visión simplista. Hay muchas cosas que pueden influir:
🔹 Genética: Algunas personas tienen una predisposición a acumular grasa más fácilmente.
🔹 Hormonas y metabolismo: Problemas en la tiroides, resistencia a la insulina o desbalances hormonales pueden jugar un papel clave.
🔹 Ambiente y sociedad: Vivimos rodeados de alimentos ultraprocesados y estilos de vida sedentarios que nos empujan a ganar peso sin darnos cuenta.
🔹 Emociones y estrés: El estrés, la ansiedad y la depresión pueden llevarnos a buscar en la comida una forma de alivio.
🏆 Entonces, ¿qué podemos hacer?
Primero, dejemos de culpar y estigmatizar a las personas con obesidad. No es falta de esfuerzo, es un problema complejo que necesita un enfoque integral. Y segundo, en lugar de buscar soluciones mágicas (como pastillas milagrosas o dietas extremas), enfoquémonos en pequeños cambios sostenibles:
✅ Alimentación más natural y menos ultraprocesados.
✅ Movimiento diario, aunque sea caminar 30 minutos.
✅ Manejo del estrés y mejor calidad de sueño.
✅ Asesoría profesional con médicos y nutricionistas.
💡 La obesidad NO define tu salud, pero es un factor que influye
No todo es blanco y negro. No se trata de “ser flaco para estar sano”, sino de construir hábitos que realmente mejoren nuestra salud y calidad de vida. Cada cuerpo es diferente y el objetivo no es un número en la balanza, sino sentirnos bien y reducir los riesgos a futuro.
Hoy, en el Día Mundial contra la Obesidad, no te obsesiones con la báscula. Mejor, pregúntate: ¿Estoy cuidando mi cuerpo de la mejor manera posible? Porque al final, la mejor inversión que puedes hacer es en tu propia salud. 💙
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