✍️ Por M.C. David Quiroz Gutierrez
Spoiler: Sí… y mucho. Pero sigue leyendo, que te voy a explicar por qué, cómo y qué puedes hacer tú para no caer en la trampa de todos los días.
Hay preguntas que parecen obvias, pero esconden respuestas más profundas de lo que creemos. Como médico, me lo preguntan todo el tiempo:
«Doctor, ¿de verdad lo que como influye en mi peso?»
Y la respuesta corta es: ¡Por supuesto!
La larga… bueno, esa es la que me emociona contar, porque ahí está la magia de entender, prevenir y transformar vidas.
Comer no es solo meter comida en la boca
Comer es un acto emocional, cultural, familiar… y sí, también biológico. No comemos solo por hambre. Comemos por estrés, por costumbre, por ansiedad, por aburrimiento, por premio, por pena, por no decir que no.
¿Y qué pasa si todos los días tu desayuno es apurado, tu almuerzo es lo que haya, y la cena es un festín de “me lo merezco”?
Pasa factura.
No hoy, tal vez ni mañana… pero la báscula, la ropa ajustada y tu salud te lo van a gritar más fuerte que yo.
Los hábitos mandan
Los hábitos son como el piloto automático del cuerpo. Si tus hábitos alimentarios son desordenados, excesivos, con ultra procesados, llenos de azúcares, frituras, gaseosas y snacks a deshoras… no necesitas un gen que te predisponga a la obesidad.
¡Ya tienes una rutina que trabaja en su favor!
Pero si en cambio haces pequeños cambios —sí, pequeños— como reducir el azúcar, aumentar la fibra, comer más verduras, tomar más agua y evitar repetir sin hambre… créeme que el cuerpo lo nota. Y la salud también.
No es solo contar calorías
No todo es contar calorías ni vivir con miedo a los carbohidratos. Es más importante aprender cómo comes, cuándo comes, y por qué comes.
Hay personas que hacen dieta… y siguen subiendo de peso. ¿Por qué? Porque hacen “dieta” pero no cambian sus hábitos. Se restringen, pero no se educan. Bajan 3 kilos y suben 5 después.
Yo no quiero eso para ti.
Quiero que entiendas que la clave no es sufrir comiendo lechuga, sino reprogramar tus costumbres para que comas con conciencia, con placer y con propósito.
¿Y si todo empezara con una pregunta?
Hazte esta pregunta:
👉 ¿Estoy comiendo para nutrirme o solo para llenar un vacío?
No necesitas ser perfecto. Solo necesitas ser constante.
Haz de tus hábitos tus aliados, no tus saboteadores. Recuerda: el sobrepeso y la obesidad no aparecen de un día para otro, pero los buenos hábitos tampoco. Ambos se construyen, uno comida a comida, día tras día.
Y ahora tú…
¿Te atreves a revisar tus hábitos alimentarios?
No para culparte. No para castigarte. Sino para entenderte.
Porque cuando entiendes, puedes cambiar. Y cuando cambias, transformas tu vida.
📌 Soy el Dr. David Jonn, y sí, estoy convencido de que los hábitos alimentarios tienen más poder del que imaginamos. Pero no estás solo: en mi canal, redes y consultorio, estamos para acompañarte paso a paso en tu camino hacia una vida más sana y más feliz.
💚 Sígueme y descubre que comer bien no es aburrido… ¡es liberador!
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