
Por M.C. David Quiroz Gutierrez
Como médico, he escuchado todo tipo de comentarios sobre la circuncisión infantil: desde los que la ven como el mejor regalo de salud para un niño, hasta quienes la consideran innecesaria o incluso peligrosa.
La verdad, como en casi todo en medicina, no hay respuestas absolutas, pero sí hay evidencia… y es mejor tomar decisiones informadas que dejarse llevar por rumores de WhatsApp.
¿Qué es exactamente la circuncisión?
Es la cirugía para retirar el prepucio (la piel que cubre la punta del pene). Se puede hacer en recién nacidos, niños o adultos, pero hoy vamos a enfocarnos en la etapa infantil.
Los beneficios comprobados ✅
- Menor riesgo de infecciones urinarias en el primer año de vida
Aunque son poco comunes en niños, cuando ocurren pueden ser graves. La circuncisión reduce el riesgo de forma significativa. - Prevención de algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Estudios muestran que los hombres circuncidados tienen menor riesgo de contraer VIH y otras infecciones como el virus del papiloma humano (VPH). - Menor probabilidad de cáncer de pene
Es raro, pero prevenir siempre es mejor que tratar. - Higiene más sencilla
Sin prepucio, es más fácil mantener el área limpia, algo importante sobre todo en niños pequeños. - Prevención de problemas como la fimosis
Esa dificultad para retraer el prepucio que a veces requiere cirugía más adelante.
Pero no todo es perfecto: los riesgos ⚠️
- Dolor y molestia
Aunque se usan anestésicos y analgésicos, no deja de ser un procedimiento quirúrgico. - Riesgo de sangrado e infección
Poco frecuente si se hace con técnica y cuidado, pero existe. - Posibles complicaciones estéticas o funcionales
Muy raras, pero posibles si el procedimiento no lo realiza un profesional experimentado. - Impacto emocional en los padres
Sí, muchos padres sufren más que el bebé.
Entonces… ¿sí o no?
La circuncisión infantil no es obligatoria en la mayoría de países, pero en algunos contextos médicos o culturales puede ser recomendada.
Mi consejo como médico: infórmate, conversa con tu pediatra y decide basándote en la salud de tu hijo, no en presiones externas.
Si se hace, debe ser en un lugar seguro, con personal calificado y siguiendo todos los cuidados posteriores. Y si no se hace, no pasa nada: la higiene y las revisiones médicas siguen siendo las mejores herramientas para prevenir problemas.
💡 Conclusión rápida: La circuncisión infantil tiene beneficios reales, pero también riesgos que no se deben ignorar. La clave está en tomar la decisión con información y confianza.
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